A diferencia de otras instituciones, destaca la responsabilidad mostrada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) al no solicitar una mayor reasignación de recursos, sin embargo es lamentable el cortoplacismo observado en la aprobación del presupuesto para infraestructura, el cual debería dar prioridad a las obras para la siguiente generación y no para la siguiente elección.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF)considera que deben evitarse intereses electoreros o partidistas en la asignación de recursos a infraestructura y para que un proyecto proceda, la primera condición sería someterlo a un proceso de evaluación y aprobación para posteriormente integrarlo en el Plan Nacional de Infraestructura, cuya visión de largo plazo omitiría la contaminación del ámbito político en la asignación de recursos para obra pública, ya que se sometería a votación la asignación de fondos. Actualmente se queda mucho dinero en el subejercicio porque los proyectos autorizados al vapor, después de unos meses a nadie le interesan.
Otro aspecto preocupante y negativo es la gran dependencia de los ingresos provenientes de Petróleos Mexicanos (Pemex). Tan sólo el año pasado, 27% de los ingresos del Gobierno Federal provinieron solamente de los Derechos petroleros, es decir, alrededor de 547,000 millones de pesos (mdp). Esta gran dependencia trae graves consecuencias y la más importante es no contar con recursos para reinvertir.
Si bien se ha dicho que Pemex registra la inversión más alta en los últimos años, esto solamente le permite estar en condiciones para operar, no para hacer una reconfiguración de su infraestructura, tal y como le hace falta.
Por esta razón, IMEF considera que Pemex requiere mayor autonomía en el manejo de sus ingresos y que se le destinen mayores recursos para invertir en este momento en que registra buenas ventas. Al mes de septiembre contabiliza 996,000 mdp. Su mejor año en ventas fue 2008 con 1.3 millones de millones de pesos.
Preocupa además el pasivo laboral, en 2008 ascendía a 495,000 mdp; en 2009 aumentó a 576,000 mdp y se espera que este año alcance los 650,000 mdp, todo ello nos indica que el Plan de Retiro de Pemex es insostenible y algo tendrá que hacerse a la brevedad para evitarle un serio problema de liquidez a la paraestatal.
Bajo este contexto, el IMEF sostiene que PEMEX requiere de mayor autonomía, sus ingresos y egresos están determinados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Congreso, el Sindicato, la Secretaria de Energía (SE), los Estados y prácticamente cualquier otro que se anote en la lista, situación que ya no es posible mantener.
Actualmente la deuda total de PEMEX es mayor que sus activos, ya no debe endeudarse más, requiere inversión (o que la sangren menos).
Solo hay dos países en el mundo que no aceptan inversión privada en la explotación, solo hay un país en el mundo que no acepta la inversión privada en la refinación; estamos hablando de México.
Se ha mencionado como posibilidad los bonos ciudadanos. El problema es que PEMEX antes de impuestos tiene utilidad, pero después de éstos tiene una pérdida que le impediría pagar dividendos y lo cierto es que nadie va a querer invertir en una empresa que no paga dividendos, de ahí la urgencia de cambio.
*El autor es el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
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