Quienes perciben un salario mínimo fueron los más afectados en el semestre, según cifras de Banxico; mientras que el aguacate subió 65% en el último año, la telefonía móvil bajó 12% en un semestre.
CIUDAD DE MÉXICO — Los consumidores mexicanos que ganan hasta un salario mínimo son quienes más se han visto impactados con el alza en algunos precios de productos, pese a que la inflación general se ha mantenido controlada en 3.28% al cierre del primer semestre de 2011.
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), la inflación por estrato de ingresos fue más alta en la población que gana hasta un salario mínimo, al ubicarse en 4.27% de junio de 2010 al mismo mes de 2011, con una Tasa Promedio Mensual (TPM) de 0.35%.
Por lo que respecta a la inflación de aquellos que ganan entre uno y tres salarios mínimos, al cierre de junio se ubicó en 3.96% con relación al mismo mes de 2010. En tanto, quienes perciben entre tres y seis salarios mínimos enfrentaron una inflación anual de 3.67%, y para los que perciben más de seis salarios mínimos se ubicó en 3.37%, que fue la tasa más baja.
Las cifras del banco central, que serán las últimas que dé a conocer, ya que a partir del 15 de julio la difusión del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) estará a cargo del INEGI, revelan que el aguacate, cigarrillos y café tostado, por ejemplo, fueron los que más subieron su precio dentro de la inflación subyacente en el rubro de alimentos, bebidas y tabaco.
El alza medida a 12 meses (junio de 2010 a junio de 2011) fue de 65.87% para el aguacate, aunque en el primer semestre del presente año observa un incremento de 95.39%; los cigarrillos han subido 30.50% anual, mientras que el café tostado registra un aumento de 20.85%.
Por el contrario, la telefonía móvil y fija registraron descensos de 12.27% en el primer semestre para el caso de la primera -ya que su medición comenzó en enero de 2011-, y de 5.54% en los últimos 12 meses para la segunda.
En este entorno, el Índice de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para los precios de los alimentos subió 1% y alcanzó 234 puntos en junio de 2011, lo que supone un aumento de 39% con relación a junio de 2010, pero 4% por debajo del récord histórico de 238 puntos alcanzado en febrero de 2011.
El principal motivo del incremento fue una fuerte subida de los precios internacionales del azúcar.
El Índice de la FAO para los precios de los cereales tuvo un promedio de 259 puntos en junio, con un descenso de 1% respecto a mayo, pero 71% más elevado que en junio de 2010. La mejora de las condiciones meteorológicas en Europa y el anuncio del fin de las restricciones de las exportaciones desde la Federación de Rusia contribuyeron a la bajada de los precios.
Sin embargo se mantuvo la tensión en el mercado del maíz, debido a los escasos suministros en 2010 y la climatología adversa que continuó en Estados Unidos. Los precios del arroz subieron en su mayoría en junio, reflejo de una fuerte demanda importadora y la incertidumbre sobre los precios a la exportación en Tailandia, el mayor exportador mundial de arroz.
La mayor variación de los precios se observa en la parte que está más vinculada a la primera necesidad de la población, pero sobre todo para los más pobres, y se trata de los alimentos, a los que destinan cerca de 40% de sus ingresos, alerta José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tec de Monterrey, Campus Estado de México.
"Pareciera ser que es en ese rubro donde la inflación no está siendo controlada y eso se debe, fundamentalmente, a que México no tiene suficiente capacidad productiva para generar productos de alimentos, sino que es importador neto de los mismos y acaba estando expuesto a la volatilidad de los precios internacionales".
Es muy probable que esta situación se mantenga, ya que algunas cosechas pudieran verse afectadas por las lluvias y lo único que implicará es que la presión de precios que puede llegar a existir se dará por la parte más básica que son los alimentos.
De acuerdo con datos del INEGI, en México hay cerca de 6 millones de trabajadores que perciben un salario mínimo o menos, y ese grupo de la población y sus familias quedan expuestos a una mayor presión de precios de manera directa y tan solo en la parte de alimentos este incremento en precios nulifica cualquier aumento salarial que se haya dado a inicios del año, agrega el catedrático del Tec.
Lo que sigue sin aumentar son artículos que no necesariamente son de primera necesidad, muchos de ellos ligados a la tecnología, como aparatos eléctricos o la telefonía celular, y con las modificaciones que existieron a los ponderadores de la canasta básica, lo que sucede es que estas cuestiones más vinculadas a tecnología son las que controlan que no suban los precios. El ausnto es que esos productos y servicios no son adquiridos necesariamente por la gente más pobre.
Con relación al aumento del aguacate, De la Cruz precisó que ahí se conjugan algunos factores. Por un lado, el hecho de que se esté exportando el fruto de mayor calidad limita la capacidad de traerlo al mercado interno. Por otro lado, el aumento temporal en el precio de este artículo podría permanecer y, si se llega a importar, tiene que ser a precios internacionales, que evidentemente son más altos, dijo.
CIUDAD DE MÉXICO — Los consumidores mexicanos que ganan hasta un salario mínimo son quienes más se han visto impactados con el alza en algunos precios de productos, pese a que la inflación general se ha mantenido controlada en 3.28% al cierre del primer semestre de 2011.
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), la inflación por estrato de ingresos fue más alta en la población que gana hasta un salario mínimo, al ubicarse en 4.27% de junio de 2010 al mismo mes de 2011, con una Tasa Promedio Mensual (TPM) de 0.35%.
Por lo que respecta a la inflación de aquellos que ganan entre uno y tres salarios mínimos, al cierre de junio se ubicó en 3.96% con relación al mismo mes de 2010. En tanto, quienes perciben entre tres y seis salarios mínimos enfrentaron una inflación anual de 3.67%, y para los que perciben más de seis salarios mínimos se ubicó en 3.37%, que fue la tasa más baja.
Las cifras del banco central, que serán las últimas que dé a conocer, ya que a partir del 15 de julio la difusión del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) estará a cargo del INEGI, revelan que el aguacate, cigarrillos y café tostado, por ejemplo, fueron los que más subieron su precio dentro de la inflación subyacente en el rubro de alimentos, bebidas y tabaco.
El alza medida a 12 meses (junio de 2010 a junio de 2011) fue de 65.87% para el aguacate, aunque en el primer semestre del presente año observa un incremento de 95.39%; los cigarrillos han subido 30.50% anual, mientras que el café tostado registra un aumento de 20.85%.
Por el contrario, la telefonía móvil y fija registraron descensos de 12.27% en el primer semestre para el caso de la primera -ya que su medición comenzó en enero de 2011-, y de 5.54% en los últimos 12 meses para la segunda.
En este entorno, el Índice de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para los precios de los alimentos subió 1% y alcanzó 234 puntos en junio de 2011, lo que supone un aumento de 39% con relación a junio de 2010, pero 4% por debajo del récord histórico de 238 puntos alcanzado en febrero de 2011.
El principal motivo del incremento fue una fuerte subida de los precios internacionales del azúcar.
El Índice de la FAO para los precios de los cereales tuvo un promedio de 259 puntos en junio, con un descenso de 1% respecto a mayo, pero 71% más elevado que en junio de 2010. La mejora de las condiciones meteorológicas en Europa y el anuncio del fin de las restricciones de las exportaciones desde la Federación de Rusia contribuyeron a la bajada de los precios.
Sin embargo se mantuvo la tensión en el mercado del maíz, debido a los escasos suministros en 2010 y la climatología adversa que continuó en Estados Unidos. Los precios del arroz subieron en su mayoría en junio, reflejo de una fuerte demanda importadora y la incertidumbre sobre los precios a la exportación en Tailandia, el mayor exportador mundial de arroz.
La mayor variación de los precios se observa en la parte que está más vinculada a la primera necesidad de la población, pero sobre todo para los más pobres, y se trata de los alimentos, a los que destinan cerca de 40% de sus ingresos, alerta José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tec de Monterrey, Campus Estado de México.
"Pareciera ser que es en ese rubro donde la inflación no está siendo controlada y eso se debe, fundamentalmente, a que México no tiene suficiente capacidad productiva para generar productos de alimentos, sino que es importador neto de los mismos y acaba estando expuesto a la volatilidad de los precios internacionales".
Es muy probable que esta situación se mantenga, ya que algunas cosechas pudieran verse afectadas por las lluvias y lo único que implicará es que la presión de precios que puede llegar a existir se dará por la parte más básica que son los alimentos.
De acuerdo con datos del INEGI, en México hay cerca de 6 millones de trabajadores que perciben un salario mínimo o menos, y ese grupo de la población y sus familias quedan expuestos a una mayor presión de precios de manera directa y tan solo en la parte de alimentos este incremento en precios nulifica cualquier aumento salarial que se haya dado a inicios del año, agrega el catedrático del Tec.
Lo que sigue sin aumentar son artículos que no necesariamente son de primera necesidad, muchos de ellos ligados a la tecnología, como aparatos eléctricos o la telefonía celular, y con las modificaciones que existieron a los ponderadores de la canasta básica, lo que sucede es que estas cuestiones más vinculadas a tecnología son las que controlan que no suban los precios. El ausnto es que esos productos y servicios no son adquiridos necesariamente por la gente más pobre.
Con relación al aumento del aguacate, De la Cruz precisó que ahí se conjugan algunos factores. Por un lado, el hecho de que se esté exportando el fruto de mayor calidad limita la capacidad de traerlo al mercado interno. Por otro lado, el aumento temporal en el precio de este artículo podría permanecer y, si se llega a importar, tiene que ser a precios internacionales, que evidentemente son más altos, dijo.
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