EL UNIVERSAL
El Banco de México autorizó a las instituciones emitir tarjetas bancarias prepagadas en moneda extrajera, que se podrán utilizar como medios de disposición y de pago.
El instituto central destacó que la medida, que entrará en vigor el 15 de agosto de este año, busca fomentar el desarrollo del sistema financiero y ofrecer más alternativas a los usuarios.
La tarjeta prepagada es aquella que almacena un determinado valor y por la que el poseedor paga al emisor.
En éstas se incluyen los monederos electrónicos, tarjeta de prepago limitada, multifunción y de valor almacenado.
De acuerdo con las reglas, para la adquisición de los plásticos no se requerirá la firma de un contrato, pero se tendrá que cumplir con el artículo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito que se refiere a las normas para prevenir operaciones con recursos de procedencia ilícita.
En las disposiciones se aclaró que el dinero que se asigne a estos plásticos constituirán un pasivo para los bancos.
En consecuencia, los intermediarios podrán determinar de manera libre las características físicas de las tarjetas, su saldo máximo y su nombre comercial.
No obstante, deberá mostrar en el anverso de las tarjetas su fecha de vencimiento, la denominación o cualquier otra expresión, simbología, emblema o logotipo de la emisora, así como el nombre de la persona física que podrá disponer de los recursos que se asignen.
Los plásticos podrán utilizarse en territorio nacional, así como en el extranjero, siempre que no se usen para realizar transferencias electrónicas de fondos.
El instituto central detalló que las tarjetas que se activaron antes del 15 de agosto, podrán utilizarse hasta el término de la vigencia.
Marco Carrera, director de estudios de mercado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), manifestó que la medida es positiva, ya que abre la gama de servicios bancarios.
El funcionario consideró que la posibilidad tampoco significa riesgos para los clientes.
El Banco de México autorizó a las instituciones emitir tarjetas bancarias prepagadas en moneda extrajera, que se podrán utilizar como medios de disposición y de pago.
El instituto central destacó que la medida, que entrará en vigor el 15 de agosto de este año, busca fomentar el desarrollo del sistema financiero y ofrecer más alternativas a los usuarios.
La tarjeta prepagada es aquella que almacena un determinado valor y por la que el poseedor paga al emisor.
En éstas se incluyen los monederos electrónicos, tarjeta de prepago limitada, multifunción y de valor almacenado.
De acuerdo con las reglas, para la adquisición de los plásticos no se requerirá la firma de un contrato, pero se tendrá que cumplir con el artículo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito que se refiere a las normas para prevenir operaciones con recursos de procedencia ilícita.
En las disposiciones se aclaró que el dinero que se asigne a estos plásticos constituirán un pasivo para los bancos.
En consecuencia, los intermediarios podrán determinar de manera libre las características físicas de las tarjetas, su saldo máximo y su nombre comercial.
No obstante, deberá mostrar en el anverso de las tarjetas su fecha de vencimiento, la denominación o cualquier otra expresión, simbología, emblema o logotipo de la emisora, así como el nombre de la persona física que podrá disponer de los recursos que se asignen.
Los plásticos podrán utilizarse en territorio nacional, así como en el extranjero, siempre que no se usen para realizar transferencias electrónicas de fondos.
El instituto central detalló que las tarjetas que se activaron antes del 15 de agosto, podrán utilizarse hasta el término de la vigencia.
Marco Carrera, director de estudios de mercado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), manifestó que la medida es positiva, ya que abre la gama de servicios bancarios.
El funcionario consideró que la posibilidad tampoco significa riesgos para los clientes.
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