El fin del estímulo económico de la Fed de EU pegará a mercados globales durante un mes: analistas; se prevé que el tipo de cambio oscile entre 11.80 y hasta 12.20 pesos por dólar, según los expertos.
CIUDAD DE MÉXICO— Los mercados financieros internacionales reflejarán un elevado nivel de incertidumbre en el transcurso del próximo mes a causa de la terminación este jueves del plan de estimulo económico (QE2, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
De acuerdo con especialistas económicos, en la medida en que el Congreso de EU no decida ampliar el techo de endeudamiento del Gobierno, y mientras el propio banco central de ese país define si impulsa un nuevo estimulo monetario, las variables financieras reaccionarán de manera volátil.
Así, durante julio se estima que en el caso de México el tipo de cambio oscilará entre 11.80 y hasta 12.20 pesos por dólar, mientras que las tasas de interés tendrían alzas marginales, hacia 7.30%.
Cabe recordar que el 3 de noviembre de 2010, la Fed anunció que inyectaría 600,000 millones de dólares para recomprar bonos del tesoro estadounidense, como una manera de estimular a la deprimida economía de EU, con lo que dio inicio el QE2 o alivio cuantitativo.
Hacia adelante, los mercados deberán mostrar si la inyección de dólares resolvió el estancamiento de la economía estadounidense o, por el contrario, se requerirá de un QE3, si es que los datos económicos siguen siendo débiles y amenazan con una mayor desaceleración, opina Mario Copca, director de Análisis de Vanguardia Casa de Bolsa.
Si bien la economía de EU muestra señales de flaqueza, es difícil volver a generar nuevos estímulos porque los desequilibrios que se generaron son importantes, sobre todo la alta deuda y la liquidez mundial que está teniendo su impacto en los diferentes mercados financieros globales, agrega Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank.
"El panorama lo veo bastante complicado en el corto plazo. Si bien los mercados financieros están optimistas porque el Parlamento de Grecia aprobó el plan de austeridad, realmente lo único que consiguieron fue un poco más de tiempo", puntualiza Correa.
Además, hay otros temas pendientes a los que seguramente los mercados financieros se van a enfocar, como la situación de países como Portugal, Irlanda, España, que también tienen que impulsar procesos de ajuste antes de ver si necesitan más ayuda financiera. Otro asunto es que en Estados Unidos aún no se alcanza un acuerdo sobre el problema actual de endeudamiento.
Las condiciones de liquidez se mantienen, la Fed dejó claro que no seguirá inyectando dinero nuevo, pero recomprará Bonos del Tesoro de EU con la intención de mantener cierta demanda por ese tipo de instrumentos y evitar que las tasas de interés suban, coinciden Correa y Copca.
"Al menos durante julio veremos altibajos en los mercados financieros, con un tipo de cambio oscilando en su parte baja entre 11.75-11.80 y con un techo de 12.20 pesos por dólar, mientras que las tasas de interés tendrían alzas marginales hacia 7.30% en el bono M24", detalla Copca.
Este comportamiento estará en función de los nuevos datos económicos que se den a conocer en EU. Además, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, dejó abierta la posibilidad de medidas adicionales. Podría darse un nuevo estímulo (un QE3) si los datos económicos no son positivos, agrega el director de Análisis de Vanguardia Casa de Bolsa.
"En términos de beneficios del QE2, tengo mis dudas de que haya tenido beneficios palpables y sobre todo sostenibles para la economía, pero fue una medida de emergencia y permitió comprar tiempo para que, de alguna forma, continuara el estímulo fiscal fluyendo a los mercados", puntualiza Mario Correa.
No obstante, advirtió que la deuda de EU es quizás el principal factor de riesgo para la economía mundial. "Se debe entender que se requiere pronto contar con una estrategia convincente de largo plazo de que el problema se va a corregir en los siguientes cinco años, o al menos que va a cambiar de tendencia, porque hoy en día la trayectoria insostenible", puntualiza.
Las consecuencias de dejar crecer este problema serán demasiado considerables, probablemente hasta de una recesión, alerta. "Si se cristaliza un problema de incumplimiento en EU, seguramente la economía volvería a caer en recesión. Es un tema bastante delicado y requiere de su atención inmediata".
Sobre el QE2, Correa estima que en la medida en que esa liquidez regrese a sus niveles normales, los precios de los activos la verán reflejada. Si hay menor demanda para comprar acciones, el precio de estos papeles se ajustará e igual sucederá en el caso de los bonos o monedas.
En la parte de corrección de la deuda pública, este factor puede tener efecto sobre los mercados. Si la Fed deja de compra Bonos del Tesoro, la consecuencia natural seria un aumento en las tasas de esos instrumentos, que presionaría además el déficit fiscal y obliogaría a emprender medidas adicionales de contención, lo que a su vez puede limitar el crecimiento económico no sólo de EU, sino del mundo,
De acuerdo con especialistas económicos, en la medida en que el Congreso de EU no decida ampliar el techo de endeudamiento del Gobierno, y mientras el propio banco central de ese país define si impulsa un nuevo estimulo monetario, las variables financieras reaccionarán de manera volátil.
Así, durante julio se estima que en el caso de México el tipo de cambio oscilará entre 11.80 y hasta 12.20 pesos por dólar, mientras que las tasas de interés tendrían alzas marginales, hacia 7.30%.
Cabe recordar que el 3 de noviembre de 2010, la Fed anunció que inyectaría 600,000 millones de dólares para recomprar bonos del tesoro estadounidense, como una manera de estimular a la deprimida economía de EU, con lo que dio inicio el QE2 o alivio cuantitativo.
Hacia adelante, los mercados deberán mostrar si la inyección de dólares resolvió el estancamiento de la economía estadounidense o, por el contrario, se requerirá de un QE3, si es que los datos económicos siguen siendo débiles y amenazan con una mayor desaceleración, opina Mario Copca, director de Análisis de Vanguardia Casa de Bolsa.
Si bien la economía de EU muestra señales de flaqueza, es difícil volver a generar nuevos estímulos porque los desequilibrios que se generaron son importantes, sobre todo la alta deuda y la liquidez mundial que está teniendo su impacto en los diferentes mercados financieros globales, agrega Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank.
"El panorama lo veo bastante complicado en el corto plazo. Si bien los mercados financieros están optimistas porque el Parlamento de Grecia aprobó el plan de austeridad, realmente lo único que consiguieron fue un poco más de tiempo", puntualiza Correa.
Además, hay otros temas pendientes a los que seguramente los mercados financieros se van a enfocar, como la situación de países como Portugal, Irlanda, España, que también tienen que impulsar procesos de ajuste antes de ver si necesitan más ayuda financiera. Otro asunto es que en Estados Unidos aún no se alcanza un acuerdo sobre el problema actual de endeudamiento.
Las condiciones de liquidez se mantienen, la Fed dejó claro que no seguirá inyectando dinero nuevo, pero recomprará Bonos del Tesoro de EU con la intención de mantener cierta demanda por ese tipo de instrumentos y evitar que las tasas de interés suban, coinciden Correa y Copca.
"Al menos durante julio veremos altibajos en los mercados financieros, con un tipo de cambio oscilando en su parte baja entre 11.75-11.80 y con un techo de 12.20 pesos por dólar, mientras que las tasas de interés tendrían alzas marginales hacia 7.30% en el bono M24", detalla Copca.
Este comportamiento estará en función de los nuevos datos económicos que se den a conocer en EU. Además, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, dejó abierta la posibilidad de medidas adicionales. Podría darse un nuevo estímulo (un QE3) si los datos económicos no son positivos, agrega el director de Análisis de Vanguardia Casa de Bolsa.
"En términos de beneficios del QE2, tengo mis dudas de que haya tenido beneficios palpables y sobre todo sostenibles para la economía, pero fue una medida de emergencia y permitió comprar tiempo para que, de alguna forma, continuara el estímulo fiscal fluyendo a los mercados", puntualiza Mario Correa.
No obstante, advirtió que la deuda de EU es quizás el principal factor de riesgo para la economía mundial. "Se debe entender que se requiere pronto contar con una estrategia convincente de largo plazo de que el problema se va a corregir en los siguientes cinco años, o al menos que va a cambiar de tendencia, porque hoy en día la trayectoria insostenible", puntualiza.
Las consecuencias de dejar crecer este problema serán demasiado considerables, probablemente hasta de una recesión, alerta. "Si se cristaliza un problema de incumplimiento en EU, seguramente la economía volvería a caer en recesión. Es un tema bastante delicado y requiere de su atención inmediata".
Sobre el QE2, Correa estima que en la medida en que esa liquidez regrese a sus niveles normales, los precios de los activos la verán reflejada. Si hay menor demanda para comprar acciones, el precio de estos papeles se ajustará e igual sucederá en el caso de los bonos o monedas.
En la parte de corrección de la deuda pública, este factor puede tener efecto sobre los mercados. Si la Fed deja de compra Bonos del Tesoro, la consecuencia natural seria un aumento en las tasas de esos instrumentos, que presionaría además el déficit fiscal y obliogaría a emprender medidas adicionales de contención, lo que a su vez puede limitar el crecimiento económico no sólo de EU, sino del mundo,
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