Recortes al presupuesto en ese país e incertidumbre afectarán al PIB mexicano, dicen economistas; estiman que en el mejor escenario, la expansión económica será de entre 3.5% a 4% al cierre de 2011.
CIUDAD DE MÉXICO — Estados Unidos vuelve a poner en jaque a la economía mexicana. Si el techo del endeudamiento no se aprueba o se autorizan medidas fiscales que terminen siendo restrictivas, la economía estadounidense puede caer en recesión y con ello jalar a la baja a la mexicana, advierten economistas.
Hasta el momento hay un acuerdo preeliminar en el Congreso de EU para aumentar el límite de la deuda, pero se recortarán gastos por 2.4 billones de dólares a diversos programas en los próximos 10 años.
De hecho, aseguran que las estimaciones más optimistas tanto del Banco de México (Banxico) como de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de crecer a una tasa de 5%, ya ni se toman en cuenta porque no serán alcanzables.
En un escenario en que se aprueba el techo del endeudamiento, pero hay recortes al presupuesto con menor crecimiento económico en EU, el ritmo de expansión para la economía mexicana en 2011 sería de entre 3.5% y 4%.
Como consecuencia de los fuertes lazos con EU, los efectos se sentirían en términos económicos y sociales; frente a la crisis estadounidense el país volvería a estar entre las naciones más castigadas del orbe, asegura el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados.
El problema de la deuda de EU y su elevado déficit fiscal -que son tema de debate en el Congreso estadounidense- modifica el panorama para la economía mexicana, asegura Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody´s Analytics.
Aunque recortes al Presupuesto no tendrían efecto directo sobre México -a menos que repercutiera en sectores ligados a las exportaciones- sí reduce las decisiones de consumo de los estadounidenses porque su ingreso se ve afectado, lo que impactaría al PIB de EU y a su vez, al de México.
Pensar que México pueda tener crecimiento de 4% a 5% como las autoridades nacionales lo habían planteado originalmente, ha pasado a ser un escenario optimista y hay que olvidarlo. Las condiciones de desaceleración el resto del año son más probables, por lo que "el PIB podemos situarlo para 2011 entre 3.5% y cuando mucho 4%".
Si las medidas que se tomen en EU hacen que reduzca su ritmo de crecimiento, especialmente en la parte industrial, México se verá afectado porque buena parte de las exportaciones van al sector automotriz y la venta de autos depende, en gran medida, del gasto del consumidor, agrega Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank.
"Todo aquello que afecte al gasto del consumidor, tarde o temprano puede acabar afectando a México a través de un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones y de un menor dinamismo en la parte industrial".
En su opinión, lo que se perfila es un escenario de crecimiento más débil, pero no catastrófico, todavía. Si bien la proyección de 5% se ve lejana, espera que este año el PIB mexicano se ubique en 4.4%. "Aún no cambiamos el pronóstico, porque este mes y el siguiente son decisivos para el pronósticos de EU".
En la medida en que cambie la perspectiva de crecimiento para EU, se ajustará a la baja el estimado del crecimiento mexicano, pero sería cercanos a 3.5%. El punto es qué pasará en 2012 y, si hay una nueva recesión en EU, será muy difícil que México crezca".
Ese retiro de estímulos en impuestos, si se decide aumentarlos, significaría reducir marginalmente el poder adquisitivo de los contribuyentes de mayores ingresos. Con ello, el consumo -sobre todo de bienes finales, que son bienes importados del resto del mundo, entre ellos México- se vería afectado, indica Raymundo Tenorio, director de las Carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
Por ejemplo, si se retiran los estímulos para la adquisición de automóviles habría repercusiones para la industria automotriz mexicana, porque exporta una cantidad importante a EU.
"Las medidas que se deben aplicar para controlar el alto déficit fiscal son recesivas y provocan una menor velocidad en el crecimiento, menciona el catedrático, pero "no es para meter en problemas de crecimiento a la economía de EU".
El aumento en la deuda de EU se va a autorizar, pero no resolverá nada. Un nuevo techo ampliaría el déficit fiscal, y "los mercados no lo van a aceptar y la respuesta a un aumento en el déficit fiscal, sin una correspondencia en una reducción de gastos y aumento de impuestos, será un aumento en las tasas de interés y ahí la Fed tendría que subir tasas y el impacto es recesivo".
Para EU, el gasto del gobierno representa 20% del PIB; la propuesta de subir el techo de la deuda en el corto plazo, para poder solventar las obligaciones tendrá que ser disminuida paulatinamente con el recorte de algunos programas y "bajar gasto del gobierno es pegarle el PIB, con lo cual la economía mexicana también se vería afectada", subraya Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Base Casa de Bolsa.
Con ello "adiós al crecimiento de 5% en México, porque la economía mexicana depende mucho de las exportaciones de EU, y no hay reformas ni cambios estructurales que permitan a la economía mexicana tener al mercado interno como motor de expansión".
CIUDAD DE MÉXICO — Estados Unidos vuelve a poner en jaque a la economía mexicana. Si el techo del endeudamiento no se aprueba o se autorizan medidas fiscales que terminen siendo restrictivas, la economía estadounidense puede caer en recesión y con ello jalar a la baja a la mexicana, advierten economistas.
Hasta el momento hay un acuerdo preeliminar en el Congreso de EU para aumentar el límite de la deuda, pero se recortarán gastos por 2.4 billones de dólares a diversos programas en los próximos 10 años.
De hecho, aseguran que las estimaciones más optimistas tanto del Banco de México (Banxico) como de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de crecer a una tasa de 5%, ya ni se toman en cuenta porque no serán alcanzables.
En un escenario en que se aprueba el techo del endeudamiento, pero hay recortes al presupuesto con menor crecimiento económico en EU, el ritmo de expansión para la economía mexicana en 2011 sería de entre 3.5% y 4%.
Como consecuencia de los fuertes lazos con EU, los efectos se sentirían en términos económicos y sociales; frente a la crisis estadounidense el país volvería a estar entre las naciones más castigadas del orbe, asegura el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados.
El problema de la deuda de EU y su elevado déficit fiscal -que son tema de debate en el Congreso estadounidense- modifica el panorama para la economía mexicana, asegura Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody´s Analytics.
Aunque recortes al Presupuesto no tendrían efecto directo sobre México -a menos que repercutiera en sectores ligados a las exportaciones- sí reduce las decisiones de consumo de los estadounidenses porque su ingreso se ve afectado, lo que impactaría al PIB de EU y a su vez, al de México.
Pensar que México pueda tener crecimiento de 4% a 5% como las autoridades nacionales lo habían planteado originalmente, ha pasado a ser un escenario optimista y hay que olvidarlo. Las condiciones de desaceleración el resto del año son más probables, por lo que "el PIB podemos situarlo para 2011 entre 3.5% y cuando mucho 4%".
Si las medidas que se tomen en EU hacen que reduzca su ritmo de crecimiento, especialmente en la parte industrial, México se verá afectado porque buena parte de las exportaciones van al sector automotriz y la venta de autos depende, en gran medida, del gasto del consumidor, agrega Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank.
"Todo aquello que afecte al gasto del consumidor, tarde o temprano puede acabar afectando a México a través de un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones y de un menor dinamismo en la parte industrial".
En su opinión, lo que se perfila es un escenario de crecimiento más débil, pero no catastrófico, todavía. Si bien la proyección de 5% se ve lejana, espera que este año el PIB mexicano se ubique en 4.4%. "Aún no cambiamos el pronóstico, porque este mes y el siguiente son decisivos para el pronósticos de EU".
En la medida en que cambie la perspectiva de crecimiento para EU, se ajustará a la baja el estimado del crecimiento mexicano, pero sería cercanos a 3.5%. El punto es qué pasará en 2012 y, si hay una nueva recesión en EU, será muy difícil que México crezca".
Ese retiro de estímulos en impuestos, si se decide aumentarlos, significaría reducir marginalmente el poder adquisitivo de los contribuyentes de mayores ingresos. Con ello, el consumo -sobre todo de bienes finales, que son bienes importados del resto del mundo, entre ellos México- se vería afectado, indica Raymundo Tenorio, director de las Carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
Por ejemplo, si se retiran los estímulos para la adquisición de automóviles habría repercusiones para la industria automotriz mexicana, porque exporta una cantidad importante a EU.
"Las medidas que se deben aplicar para controlar el alto déficit fiscal son recesivas y provocan una menor velocidad en el crecimiento, menciona el catedrático, pero "no es para meter en problemas de crecimiento a la economía de EU".
El aumento en la deuda de EU se va a autorizar, pero no resolverá nada. Un nuevo techo ampliaría el déficit fiscal, y "los mercados no lo van a aceptar y la respuesta a un aumento en el déficit fiscal, sin una correspondencia en una reducción de gastos y aumento de impuestos, será un aumento en las tasas de interés y ahí la Fed tendría que subir tasas y el impacto es recesivo".
Para EU, el gasto del gobierno representa 20% del PIB; la propuesta de subir el techo de la deuda en el corto plazo, para poder solventar las obligaciones tendrá que ser disminuida paulatinamente con el recorte de algunos programas y "bajar gasto del gobierno es pegarle el PIB, con lo cual la economía mexicana también se vería afectada", subraya Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Base Casa de Bolsa.
Con ello "adiós al crecimiento de 5% en México, porque la economía mexicana depende mucho de las exportaciones de EU, y no hay reformas ni cambios estructurales que permitan a la economía mexicana tener al mercado interno como motor de expansión".
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