La debilidad de la economía estadounidense quedó en evidencia desde el retiro de estímulos fiscales; aunque su probabilidad es reducida, el escenario de una recesión está latente, dicen especialistas.
CIUDAD DE MÉXICO — El retiro de los estímulos fiscal y monetario ha puesto en evidencia la fragilidad que aún muestra la economía de Estados Unidos, aunque la posibilidad de caer nuevamente en recesión parece lejana, afirman economistas.
Los recientes indicadores económicos estadounidenses advierten un panorama poco alentador hacia la segunda mitad de 2011, lo que sugiere que la probabilidad de una caída en la actividad económica de EU se ha incrementado 30%, mencionan los economistas.
Los mercados financieros también esperan un nuevo plan de estímulo monetario (QE3) que ayude al vecino país, pero implementar un programa así solamente pospone los ajustes estructurales que le urgen a EU, indican los especialistas.
El plan para aumentar el monto de la deuda, que por cierto se asemeja más al presentado por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, que a cualquier otro, fue recibido en los mercados de una manera inesperada, con caídas en bolsas, en tasas y presiones en los tipos de cambio, dice Jeffrey Rosenberg, director de Investigación Global para Estrategias de Crédito de Bank of America Merril Lynch.
La combinación de las revisiones al PIB de EU, la semana pasada; la decepcionante encuesta del índice ISM manufacturero y el voto del techo de la deuda, subraya la estrechez fiscal en un ambiente en el que el crecimiento económico se deteriora.
Súmesele a esto un contexto en el que la creciente inflación restringe la capacidad de la Reserva Federal (Fed) para apoyar la economía con más relajación cuantitativa, y con ello se tiene a una economía a la que ni la política fiscal ni la monetaria pueden auxiliar, puntualiza.
La debilidad de la economía mundial, y en particular la de EU, cambió la expectativa de recuperación que se tenía para 2012. Mucho de lo que está pasa hoy en la economía estadounidense, es una falta de confianza tremenda, agrega Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Base Casa de Bolsa.
La gente aún siente los efectos de la crisis de 2009 y este temor que han mostrado los mercados se vio exacerbado por la falta de acuerdos a tiempo en el Congreso de EU, en donde "la deuda se convirtió en una controversia política más que en un tema económico".
En su opinión, la aplicación de un nuevo estímulo monetario, a través del alivio cuantitativo o QE3, no es la solución. A pesar de los estímulos que se aplicaron la economía no mejoró.
Habrá un estímulo monetario manteniendo las tasas de interés bajas por un tiempo más largo al esperado, que puede ser hacia la segunda mitad de 2012, pero una nueva distensión monetaria generaría más burbujas especulativas en el mundo y otro tipo de problemas como presiones inflacionarias.
Las condiciones de la economía mundial cambiaron radicalmente hacia el lado negativo, en los dos últimos meses, tras la crisis de deuda en Europa y en EU, agrega Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moodys Analytics.
Este panorama llevará a cambiar a la baja los estimados de crecimiento de la economía estadounidense, afectando con ello la expansión prevista para México. "Sin duda, el riesgo de regresar a una recesión aumentó, pero todavía no es el escenario que domina"´, señala.
El entorno se deteriora porque el mayor endeudamiento aprobado por el Congreso viene acompañado de recortes presupuestarios y mayores impuestos que inhibirán la débil recuperación que estaba presentando la economía de EU. "El crecimiento que ahora se espera es menor, lo que aumenta la probabilidad de un regreso a la recesión entre finales del año y primera mitad de 2012, pero no es el escenario más probable".
Coutiño tampoco descarta que la Fed aplique un estímulo monetario, pero reconoce que sus programas no han funcionando para darle a la economía de EU la fortaleza que necesita y levantarse por sí misma. A estas alturas se cuestiona que un tercer estímulo monetario sí vaya a resultar cuando los dos anteriores no han dado el efecto deseado.
"Los mercados están cuestionando de manera válida el hecho de si conviene o no un estímulo en términos monetarios. Ya se canceló la posibilidad de que las tasas pudieran tener algún movimiento al alza en lo que resta del año. Incluso d la posibilidad de que se llegaran a mover durante la primera mitad de 2012 se ha reducido de manera significativa", puntualiza.
El nerviosismo que muestran los mercados es por una inminente desaceleración en EU y 2011 será un año de bajo crecimiento, pero no de recesión, coincide Juan Sherwell, director de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
"El crecimiento económico en EU ha sido demasiado moderado en el año y estaremos viendo que se revisará a la baja la expectativa del PIB para 2011, más hacia niveles cercanos a 2.5%, que implicarían un ajuste de casi un punto porcentual al estimado que se tenía a inicios de año".
Sin embargo, el punto es que en la próxima década la tasa de expansión de la economía de EU se moderará a niveles de 2% a 3%, debido a que tendrá que recortar su gasto de 2.1 a 2.3 millones de dólares y es posible que pasadas las elecciones de 2012 haya que elevar impuestos.
"El déficit fiscal no se podrá cerrar nada más vía gasto, sino también tendrá que ver un aumento en los impuestos, y se esperan años de un menor crecimiento, lo cual tiene un impacto para México vía comercio, remesas, turismo e inversión extranjera directa".
Aunque no descarta que la Fed inyecte más recursos a la economía (más estímulo monetario), en este momento "no es la siguiente acción a tomar por parte del banco central de EU; pero quizás si la desaceleración continúa y las tasas de crecimiento son aún más bajas en el tercero y cuarto trimestre pudiéramos ver una política monetaria expansiva en una tercera fase, pero EU ya llegó al límite de los estímulos".
CIUDAD DE MÉXICO — El retiro de los estímulos fiscal y monetario ha puesto en evidencia la fragilidad que aún muestra la economía de Estados Unidos, aunque la posibilidad de caer nuevamente en recesión parece lejana, afirman economistas.
Los recientes indicadores económicos estadounidenses advierten un panorama poco alentador hacia la segunda mitad de 2011, lo que sugiere que la probabilidad de una caída en la actividad económica de EU se ha incrementado 30%, mencionan los economistas.
Los mercados financieros también esperan un nuevo plan de estímulo monetario (QE3) que ayude al vecino país, pero implementar un programa así solamente pospone los ajustes estructurales que le urgen a EU, indican los especialistas.
El plan para aumentar el monto de la deuda, que por cierto se asemeja más al presentado por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, que a cualquier otro, fue recibido en los mercados de una manera inesperada, con caídas en bolsas, en tasas y presiones en los tipos de cambio, dice Jeffrey Rosenberg, director de Investigación Global para Estrategias de Crédito de Bank of America Merril Lynch.
La combinación de las revisiones al PIB de EU, la semana pasada; la decepcionante encuesta del índice ISM manufacturero y el voto del techo de la deuda, subraya la estrechez fiscal en un ambiente en el que el crecimiento económico se deteriora.
Súmesele a esto un contexto en el que la creciente inflación restringe la capacidad de la Reserva Federal (Fed) para apoyar la economía con más relajación cuantitativa, y con ello se tiene a una economía a la que ni la política fiscal ni la monetaria pueden auxiliar, puntualiza.
La debilidad de la economía mundial, y en particular la de EU, cambió la expectativa de recuperación que se tenía para 2012. Mucho de lo que está pasa hoy en la economía estadounidense, es una falta de confianza tremenda, agrega Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Base Casa de Bolsa.
La gente aún siente los efectos de la crisis de 2009 y este temor que han mostrado los mercados se vio exacerbado por la falta de acuerdos a tiempo en el Congreso de EU, en donde "la deuda se convirtió en una controversia política más que en un tema económico".
En su opinión, la aplicación de un nuevo estímulo monetario, a través del alivio cuantitativo o QE3, no es la solución. A pesar de los estímulos que se aplicaron la economía no mejoró.
Habrá un estímulo monetario manteniendo las tasas de interés bajas por un tiempo más largo al esperado, que puede ser hacia la segunda mitad de 2012, pero una nueva distensión monetaria generaría más burbujas especulativas en el mundo y otro tipo de problemas como presiones inflacionarias.
Las condiciones de la economía mundial cambiaron radicalmente hacia el lado negativo, en los dos últimos meses, tras la crisis de deuda en Europa y en EU, agrega Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moodys Analytics.
Este panorama llevará a cambiar a la baja los estimados de crecimiento de la economía estadounidense, afectando con ello la expansión prevista para México. "Sin duda, el riesgo de regresar a una recesión aumentó, pero todavía no es el escenario que domina"´, señala.
El entorno se deteriora porque el mayor endeudamiento aprobado por el Congreso viene acompañado de recortes presupuestarios y mayores impuestos que inhibirán la débil recuperación que estaba presentando la economía de EU. "El crecimiento que ahora se espera es menor, lo que aumenta la probabilidad de un regreso a la recesión entre finales del año y primera mitad de 2012, pero no es el escenario más probable".
Coutiño tampoco descarta que la Fed aplique un estímulo monetario, pero reconoce que sus programas no han funcionando para darle a la economía de EU la fortaleza que necesita y levantarse por sí misma. A estas alturas se cuestiona que un tercer estímulo monetario sí vaya a resultar cuando los dos anteriores no han dado el efecto deseado.
"Los mercados están cuestionando de manera válida el hecho de si conviene o no un estímulo en términos monetarios. Ya se canceló la posibilidad de que las tasas pudieran tener algún movimiento al alza en lo que resta del año. Incluso d la posibilidad de que se llegaran a mover durante la primera mitad de 2012 se ha reducido de manera significativa", puntualiza.
El nerviosismo que muestran los mercados es por una inminente desaceleración en EU y 2011 será un año de bajo crecimiento, pero no de recesión, coincide Juan Sherwell, director de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
"El crecimiento económico en EU ha sido demasiado moderado en el año y estaremos viendo que se revisará a la baja la expectativa del PIB para 2011, más hacia niveles cercanos a 2.5%, que implicarían un ajuste de casi un punto porcentual al estimado que se tenía a inicios de año".
Sin embargo, el punto es que en la próxima década la tasa de expansión de la economía de EU se moderará a niveles de 2% a 3%, debido a que tendrá que recortar su gasto de 2.1 a 2.3 millones de dólares y es posible que pasadas las elecciones de 2012 haya que elevar impuestos.
"El déficit fiscal no se podrá cerrar nada más vía gasto, sino también tendrá que ver un aumento en los impuestos, y se esperan años de un menor crecimiento, lo cual tiene un impacto para México vía comercio, remesas, turismo e inversión extranjera directa".
Aunque no descarta que la Fed inyecte más recursos a la economía (más estímulo monetario), en este momento "no es la siguiente acción a tomar por parte del banco central de EU; pero quizás si la desaceleración continúa y las tasas de crecimiento son aún más bajas en el tercero y cuarto trimestre pudiéramos ver una política monetaria expansiva en una tercera fase, pero EU ya llegó al límite de los estímulos".
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