EL PUEBLOMéxico.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que el ritmo de crecimiento de la economía mexicana se moderó en la primera parte del año, lo que puede poner en riesgo las expectativas para el resto de 2011.
Aunque existe la perspectiva de que la economía repuntará en el segundo trimestre, también está la posibilidad de que dicha mejora no sea suficiente para sostener los pronósticos que apuntan a un avance cercano o incluso superior a 5.0 por ciento, según algunas opiniones.
Es por ello que debe insistirse en la necesidad de fortalecer la actividad interna con el objetivo de evitar que el ritmo de crecimiento mantenga esta tendencia a la baja que reporta en los primeros meses del año, expuso el organismo en su reporte semanal.
Refiere que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la evolución de la economía en el primer trimestre del año y al parecer, no fueron tan optimistas como se había previsto.
Incluso, mientras que las autoridades hacendarias habían anticipado que el Producto Interno Bruto (PIB) crecería a una tasa anual de 5.0 por ciento, las cifras revelaron que el avance fue de 4.6 por ciento, expuso el organismo de investigación del sector privado.
'No hay duda de que este resultado es favorable, de hecho fue ligeramente mayor al que se registró el mismo lapso del 2010, cuando la economía creció 4.5 por ciento'.
Sin embargo, precisa, de acuerdo con la evolución del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que permite tener una visión de cómo se comportó la economía mensualmente, se observa que en los primeros meses del año el dinamismo productivo se ha desacelerado de una forma que puede poner en riesgo las expectativas para todo el año.
En el primer mes del año la economía creció 5.9 por ciento, en el segundo lo hizo en 4.6 por ciento y en el tercero 3.6 por ciento.
Caso contrario sucedió en el mismo periodo de 2010, cuando se observaron tasas de crecimiento del orden de 2.6 por ciento en enero, 3.9 por ciento en febrero y 7.0 por ciento en marzo, refiere el CEESP.
Aclara que lo anterior puede ser cuestionado por el hecho de que los periodos de comparación presentan diferentes condiciones, ya que en 2010 se equiparó con niveles muy bajos debido a la crisis global, mientras que en 2011 parte de niveles más altos de la producción total del país.
Sin embargo, para tratar de evitar estos efectos, al observar las cifras desestacionalizadas, se aprecia una comportamiento similar, argumenta.
Sostuvo que ello puede incidir negativamente en las expectativas de crecimiento para 2011, y más ahora que aumenta la preocupación debido a que se percibe que la economía de Estados Unidos muestra un dinamismo menor al esperado.
'Ya hemos dicho que depender de lo que pase en el exterior, en especial en la economía estadounidense, nos seguirá condenando a niveles de crecimiento insuficientes para elevar el bienestar de la población', advierte.
El organismo privado insiste en que para lograr un crecimiento sostenido es indispensable estimular la inversión y el desarrollo tecnológico, lo que también debe ir acompañado de un entorno de certeza jurídica en los derechos de propiedad, un ambiente fiscal idóneo para invertir y facilidad de financiamiento.
Aunque existe la perspectiva de que la economía repuntará en el segundo trimestre, también está la posibilidad de que dicha mejora no sea suficiente para sostener los pronósticos que apuntan a un avance cercano o incluso superior a 5.0 por ciento, según algunas opiniones.
Es por ello que debe insistirse en la necesidad de fortalecer la actividad interna con el objetivo de evitar que el ritmo de crecimiento mantenga esta tendencia a la baja que reporta en los primeros meses del año, expuso el organismo en su reporte semanal.
Refiere que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la evolución de la economía en el primer trimestre del año y al parecer, no fueron tan optimistas como se había previsto.
Incluso, mientras que las autoridades hacendarias habían anticipado que el Producto Interno Bruto (PIB) crecería a una tasa anual de 5.0 por ciento, las cifras revelaron que el avance fue de 4.6 por ciento, expuso el organismo de investigación del sector privado.
'No hay duda de que este resultado es favorable, de hecho fue ligeramente mayor al que se registró el mismo lapso del 2010, cuando la economía creció 4.5 por ciento'.
Sin embargo, precisa, de acuerdo con la evolución del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que permite tener una visión de cómo se comportó la economía mensualmente, se observa que en los primeros meses del año el dinamismo productivo se ha desacelerado de una forma que puede poner en riesgo las expectativas para todo el año.
En el primer mes del año la economía creció 5.9 por ciento, en el segundo lo hizo en 4.6 por ciento y en el tercero 3.6 por ciento.
Caso contrario sucedió en el mismo periodo de 2010, cuando se observaron tasas de crecimiento del orden de 2.6 por ciento en enero, 3.9 por ciento en febrero y 7.0 por ciento en marzo, refiere el CEESP.
Aclara que lo anterior puede ser cuestionado por el hecho de que los periodos de comparación presentan diferentes condiciones, ya que en 2010 se equiparó con niveles muy bajos debido a la crisis global, mientras que en 2011 parte de niveles más altos de la producción total del país.
Sin embargo, para tratar de evitar estos efectos, al observar las cifras desestacionalizadas, se aprecia una comportamiento similar, argumenta.
Sostuvo que ello puede incidir negativamente en las expectativas de crecimiento para 2011, y más ahora que aumenta la preocupación debido a que se percibe que la economía de Estados Unidos muestra un dinamismo menor al esperado.
'Ya hemos dicho que depender de lo que pase en el exterior, en especial en la economía estadounidense, nos seguirá condenando a niveles de crecimiento insuficientes para elevar el bienestar de la población', advierte.
El organismo privado insiste en que para lograr un crecimiento sostenido es indispensable estimular la inversión y el desarrollo tecnológico, lo que también debe ir acompañado de un entorno de certeza jurídica en los derechos de propiedad, un ambiente fiscal idóneo para invertir y facilidad de financiamiento.
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