Foráneos tienen 799,144 mdp de la tenencia de valores del Gobierno en circulación, según Banxico; representa un riesgo si empeoran las condiciones financieras internacionales, advierten economistas.
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión.com) — El 25% de la deuda del Gobierno mexicano en circulación se encuentra en manos de inversionistas extranjeros, revelan cifras del Banco de México (Banxico), lo que representa un factor de riesgo, de acuerdo con economistas.
Hasta la primera quincena de mayo, la tenencia de valores gubernamentales en poder del capital foráneo ascendió a un monto histórico de 799,114.56 millones de pesos, lo que representa un crecimiento de casi 35% con relación al cierre de diciembre de 2010.
Si bien en lo que va de 2011 el mayor crecimiento de la contratación se ha dado en Cetes, con casi 88.5%, los bonos de largo plazo denominados en pesos siguen siendo el instrumento favorito de los extranjeros al concentrar 71.50% de la tenencia en su poder, una cifra que asciende a 571,392.95 millones de pesos, de acuerdo con cifras del Banxico.
México cuenta con un buen seguro que da la estabilidad macroeconómica, así como las reservas internacionales por casi 127,000 millones de dólares y la línea de crédito flexible del FMI por 72,000 millones de dólares, pero no inmuniza al país de choques externos, coinciden Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank Inverlat, y Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics.
En tanto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) menciona que las reformas para mejorar el crecimiento en las economías emergentes con superávit, podría contribuir a reducir sus desequilibrios globales.
El efecto de las reformas para mejorar el crecimiento sobre los riesgos macroeconómicos asociados con grandes flujos de entrada de capitales es ambiguo; es probable que las mejores políticas estructurales incrementen la escala de los flujos de capital junto con los riesgos asociados, pero también que cambien su composición desde la deuda hacia la inversión extranjera directa la cual debería mitigar tales riesgos.
Recomienda que para asegurar que los riesgos macroeconómicos asociados con grandes flujos de capital se minimizan, las reformas de política estructural necesitan ser complementada con una apropiada posición de política macroeconómica, particularmente con respecto a la política fiscal y los tipos de cambio, al igual que las reformas financieras para fortalecer el marco de trabajo de supervisión y macro-supervisión, dice el organismo.
Banxico ha mencionado insistentemente que uno de los riesgos para el país es que se reviertan los flujos de capital que han estado llegando, dice Correa, de Scotiabank, y agrega que uno de los posibles detonadores de un cambio en los flujos seria una crisis más seria en Europa.
"México tiene una situación macro más sólida que la que de otros países inclusive europeos, que están pasando momentos difíciles, y eso debería dar fortaleza a los bonos nacionales. Sin embargo, cuando sube la percepción de riesgo en los mercados globales los inversionistas no hacen distinciones y si ven un escenario internacional más adverso podría darse una salida importante de flujos", afirma.
La línea contingente otorgada por el FMI a México es una buena protección, opina Correa, pero no aísla completamente al país y México es vulnerable mientras no cuente con fuerte motor interno de crecimiento, que no implica más gasto público necesariamente, "sino mercados que funcionen mejor y hoy en día seguimos siendo vulnerables, sobre todo aquello que afecte el ritmo de crecimiento de EU".
El hecho de que una buena parte de la tenencia se encuentre en manos de extranjeros sí implica un riesgo para el país, porque en el momento en que se presente un evento inesperado que eleve la aversión al riesgo en el entorno internacional, los capitales pueden retirarse de manera agresiva, advierte Alfredo Coutiño director para América Latina de Moody's Analytics.
"A pesar de que México ha acumulado reservas internacionales y tiene cierta protección con la línea de crédito, sí puede estar en una situación de choque que pudiera desarreglar el resto de las variables económicas, aunque no le causaría una crisis de liquidez, pero una salida repentina de capitales sí introduciría distorsiones en los mercados financieros mexicanos".
Como cualquier país del mundo, opina que la mejor protección que puede tener Mexico es seguir con la disciplina macroeconómica, para no desarreglar la economía. "El haber mantenido la disciplina macro le puede permitir al país que si los capitales deciden salirse del país sea de forma ordenada", indica.
Por ello, "una forma de blindar mejor a la economía, y de manera más permanente, es a través de las reformas que tanto se necesitan, porque eso le permite al país elevar la capacidad productiva y aumentar el poder contra cíclico de su política económica y ante el evento de un choque inesperado del exterior se tendrían mecanismos de política para compensar sus efectos negativos", dice.
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