En caso de que el costo del petróleo suba a 150 dólares el barril, el impacto negativo en la economía de Estados Unidos podría ser tan severo para tener un efecto adverso neto en la economía mexicana, señala Sergio Martín, jefe de economistas del banco HSBC.
Ciudad de México. - Los altos precios del crudo son usualmente un aliado financiero para México, uno de los grandes productores de petróleo del mundo, pero al golpear a Estados Unidos podrían poner en riesgo la dificultosa recuperación de la segunda mayor economía de América Latina.
El conflicto en Libia y los disturbios en Bahréin y Arabia Saudita han impulsado al petróleo por encima de 110 dólares el barril, a su nivel máximo desde el colapso del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers en septiembre del 2008.
Además, el terremoto y posterior tsunami que devastaron parte de Japón, un importante consumidor de petróleo de países como Kuwait o Arabia Saudita, está causando desequilibrios a la economía global.
Y mientras se define cuál será el impacto a futuro por la tragedia en Japón, expertos de la Reserva Federal estadounidense y del Fondo Monetario Internacional han advertido que la permanencia de un alto costo del combustible podría descarrilar la recuperación en países con alto consumo, como Estados Unidos.
Ese es precisamente el mayor riesgo para México: la posibilidad de que su principal socio de negocios lo arrastre de nuevo, como cuando en el 2009 lo sumió en la peor recesión en 15 años debido a un desplome de la demanda estadounidense.
México envía a Estados Unidos un 80 por ciento de sus exportaciones totales.
"Podría ser un disuasivo para la recuperación global, y en el caso de México, eso es crucial. Debemos tener una recuperación económica en Estados Unidos (...), eso podría ser muy crucial", comentó el pasado lunes el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Ernesto Cordero, durante un evento en Londres.
La economía mexicana podría crecer un 4 por ciento este año, desde el 5.5 por ciento de 2010, pero las esperanzas de tal expansión podrían diluirse en un panorama donde también están afectando a la economía los altos precios de alimentos clave como el maíz.
"Si el precio del petróleo sube, digamos, a 150 dólares el barril, el impacto negativo en la economía de Estados Unidos podría ser tan severo para tener un efecto negativo neto en la economía mexicana", dijo Sergio Martín, jefe de economistas del banco HSBC en un reporte especial.
Gasolina y pérdida cambiaria
Por ahora, México goza de ser el mayor proveedor de crudo pesado a la costa del Golfo de Estados Unidos, y los altos precios son una bendición para las arcas del Estado, que cerrarían el año con cuentas mejores a las previstas.
Por ahora, México goza de ser el mayor proveedor de crudo pesado a la costa del Golfo de Estados Unidos, y los altos precios son una bendición para las arcas del Estado, que cerrarían el año con cuentas mejores a las previstas.
El país latinoamericano, uno de los 10 principales exportadores de crudo, presupuestó para el 2011 una mezcla mexicana de crudo a un precio de 65.40 dólares el barril, pero el promedio de marzo llegó a los 102.56 dólares, según Hacienda.
Pero, pese a su condición de gran productor de crudo, México importa el 40 por ciento del total de las gasolinas que consume por su escasa capacidad de refinación, algo que ha llevado al Gobierno a aplicar un subsidio mensual para no trasladar el aumento real a la población.
Otro factor de preocupación para el secretario de Hacienda es la fortaleza que ha visto desde hace varios meses el peso mexicano, lo que supondría también recibir menos dinero por la venta de crudo.
"El gobierno recibe más dinero en términos de dólares, pero también disminuye por la pérdida cambiaria que se tiene por la apreciación del peso", dijo Alfredo Coutiño, analista de la firma Moody's Economy.com.
"La otra cosa que hay que considerar en esta preocupación es que también eso implica un mayor precio de los combustibles, y eso le reportaría una sangría mayor al país", agregó.
El gobierno debería mantener el esquema de subsidio a la gasolina para evitar riesgos inflacionarios, opinan los analistas.
"Mientras la Secretaría de Hacienda mantenga su compromiso público de efectuar el aumento mensual a los precios de la gasolina, semejante al visto en 2010, se amortiguará el efecto del choque del petróleo sobre los precios de la gasolina", señalóEdgar Camargo, economista de Bank of America/Merril Lynch.
"Ese es otro riesgo que hay que vigilar", agregó.
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