EL HERALDO DE CHIHUAHUA
Con la economía alicaída y el pueblo fastidiado, se prevé que el presidente Barack Obama proponga el jueves por la noche un plan de reducción fiscal y de gasto federal por 300.000 millones de dólares para dar empleo nuevamente a los estadounidenses.
Los republicanos ofrecieron el martes negociar con él en materia de empleos, pero también arremeterán contra sus planes antes de su discurso en la hora de mayor audiencia televisiva.
El precandidato presidencial republicano Mitt Romney dio a conocer el martes su propuesta de creación de empleos, en tanto que su colega Rick Perry, gobernador de Texas, espera unirse el miércoles a sus adversarios de partido en la contienda por la Casa Blanca en un debate televisado a todo el país.
Los legisladores comenzaron a regresar al Capitolio para abordar proyectos de ley sobre empleos y déficits presupuestales en una temporada política implacable, sazonada por la campaña presidencial del 2012.
Sumándose a la mezcla, está previsto que un comité bipartidista del Congreso realice el jueves su primera reunión pública como parte de una cruzada para recortar el déficit presupuestal en 1,2 billones de dólares o más en una década. Si no hay acuerdo, entrarán en efecto recortes de gasto automáticamente, una perspectiva que legisladores de ambos partidos han dicho que les gustaría evitar.
Según gente con conocimiento de las deliberaciones en la Casa Blanca, dos de las mayores medidas en las propuestas del presidente para el 2012 serían una extensión de un año a un recorte de impuesto sobre ingresos para trabajadores y una extensión a la vigencia de ayuda por desempleo. Juntos, estos dos rubros totalizarían aproximadamente 170.000 millones de dólares.
Las personas que hablaron con la AP pidieron no ser identificadas debido a que el plan aún estaba siendo elaborado y algunas propuestas aún podrían ser sujetas a cambio.
La Casa Blanca también está considerando un crédito fiscal a negocios que contraten desempleados. Eso podría costar cerca de 30.000 millones de dólares. Obama también pidió proyectos de obra pública, como construcción de escuelas. Partidarios de ese plan han pedido un gasto de 50.000 millones de dólares, pero se espera que la propuesta de la Casa Blanca sea menor.
También se espera que Obama extienda un año un alivio fiscal a negocios que les permita deducir el valor total de equipo nuevo. El presidente y el Congreso negociaron en diciembre esa cláusula para convertirla en ley para el 2011.
Con la economía alicaída y el pueblo fastidiado, se prevé que el presidente Barack Obama proponga el jueves por la noche un plan de reducción fiscal y de gasto federal por 300.000 millones de dólares para dar empleo nuevamente a los estadounidenses.
Los republicanos ofrecieron el martes negociar con él en materia de empleos, pero también arremeterán contra sus planes antes de su discurso en la hora de mayor audiencia televisiva.
El precandidato presidencial republicano Mitt Romney dio a conocer el martes su propuesta de creación de empleos, en tanto que su colega Rick Perry, gobernador de Texas, espera unirse el miércoles a sus adversarios de partido en la contienda por la Casa Blanca en un debate televisado a todo el país.
Los legisladores comenzaron a regresar al Capitolio para abordar proyectos de ley sobre empleos y déficits presupuestales en una temporada política implacable, sazonada por la campaña presidencial del 2012.
Sumándose a la mezcla, está previsto que un comité bipartidista del Congreso realice el jueves su primera reunión pública como parte de una cruzada para recortar el déficit presupuestal en 1,2 billones de dólares o más en una década. Si no hay acuerdo, entrarán en efecto recortes de gasto automáticamente, una perspectiva que legisladores de ambos partidos han dicho que les gustaría evitar.
Según gente con conocimiento de las deliberaciones en la Casa Blanca, dos de las mayores medidas en las propuestas del presidente para el 2012 serían una extensión de un año a un recorte de impuesto sobre ingresos para trabajadores y una extensión a la vigencia de ayuda por desempleo. Juntos, estos dos rubros totalizarían aproximadamente 170.000 millones de dólares.
Las personas que hablaron con la AP pidieron no ser identificadas debido a que el plan aún estaba siendo elaborado y algunas propuestas aún podrían ser sujetas a cambio.
La Casa Blanca también está considerando un crédito fiscal a negocios que contraten desempleados. Eso podría costar cerca de 30.000 millones de dólares. Obama también pidió proyectos de obra pública, como construcción de escuelas. Partidarios de ese plan han pedido un gasto de 50.000 millones de dólares, pero se espera que la propuesta de la Casa Blanca sea menor.
También se espera que Obama extienda un año un alivio fiscal a negocios que les permita deducir el valor total de equipo nuevo. El presidente y el Congreso negociaron en diciembre esa cláusula para convertirla en ley para el 2011.
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