Tokio.- El primer ministro japonés señaló que las autoridades podrían seguir interviniendo para frenar el avance del yen, luego de que una baja en la confianza del sector manufacturero dejara de manifiesto la amenaza que supone la moneda para la frágil recuperación económica.
Un sondeo mensual de Reuters que mide el informe "Tankan" del Banco de Japón mostró que la confianza del sector manufacturero cayó en septiembre frente al mes anterior por primera vez en casi un año, ante la presión que ejerció sobre las empresas el alza del yen a un techo de 15 años frente al dólar.
En respuesta a los temores sobre la apreciación del yen, las autoridades intervinieron en los mercados el miércoles por primera vez en seis años para depreciar la moneda.
Datos del Banco de Japón mostraron que las ventas de yenes habrían alcanzado 1.86 billones de yenes (21 mil 700 millones de dólares), un monto récord para un sólo día.
El primer ministro Naoto Kan, que esta semana se anotó una victoria en las elecciones internas de su partido frente a un peso pesado de la colectividad, dio a entender que habría más ventas de yenes de ser necesario.
"Si las rápidas fluctuaciones del yen afectan el apetito de las empresas japonesas por invertir en el país y las llevan a mover sus fabricas fuera del país, esto podría empeorar aún más las condiciones del empleo y afectar (nuestros esfuerzos) para superar la deflación", comentó Kan.
"Tomaré medidas decisivas de ser necesario de ahora en adelante", comentó el mandatario en un encuentro con empresarios.
Algunos operadores cambiarios creen que la probabilidad de otra intervención aumentará si el dólar vuelve a caer por debajo de los 85 yenes. Actualmente, el billete verde cotiza en 85.4 yenes, después de subir desde los 83 yenes por la intervención.
"(Kan) está tratando de enviar un mensaje de solidaridad con su partido. Está mostrando la fuerte intención de Japón de tomar medidas decisivas mediante la intervención", comentó Ayako Sera, estratega de mercado de Sumitomo Trust & Banking.
Un panel de legisladores del oficialista Partido Democrático de Japón instó al Banco de Japón a convocar a una reunión extraordinaria para adoptar más medidas de alivio monetario y respaldar los esfuerzos del gobierno.
Fuentes del banco central han dicho que la entidad no tiene planes de sostener un encuentro de ese estilo, pero que está lista para actuar en su próxima reunión oficial a comienzos de octubre si la recuperación económica se mantiene bajo amenaza.
El panel sugirió que el banco debería incrementar sus compras de bonos de la deuda japonesa, aunque el gobernador del banco central, Masaaki Shirakawa, reiteró su oposición a la idea.
"No vemos que las masivas expansiones en los balances de los bancos centrales traigan consigo incrementos en la inflación en las economías avanzadas", indicó Shirakawa en una conferencia.
Fuentes familiares al banco central dijeron (ayer) miércoles que la entidad no retirará el dinero que está siendo inyectado en la economía producto de las ventas de yenes, ya que planea emplearlo como una herramienta monetaria.
Los temores sobre la fortaleza de la divisa y su impacto en la economía quedaron de manifiesto en el sondeo Reuters Tankan, que tiene 95 por ciento de correlación con el influyente informe del banco central sobre confianza empresarial.
El reporte Reuters Tankan mostró que la confianza del sector manufacturero cayó 5 puntos durante agosto a 17, en su primera baja desde octubre de 2009.
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