Torreón, Coahuila.- El ánimo estaba al tope, previo a que llegara la hora del silbatazo de arranque, cientos de familias se prepararon con la carne asada, las bebidas y por supuesto la playera del equipo de casa, el Santos Laguna.
Mientras que algunos prefirieron quedarse en casa, muchos otros decidieron salir con los amigos con la esperanza de obtener la cuarta estrella; al final los únicos ganadores fueron los restauranteros que registraron un incremento en sus ventas, 60 por ciento según la CANIRAC Laguna.
En todas las mesas por supuesto predominaron el verde, blanco y negro de las playeras santistas. Bandas, silbatos, trompetas, caras pintadas, tambores, porras y gritos de emoción conformaron el primer tiempo.
Cayó el primer gol del Monterrey, pero el ánimo no decayó. Las dos siguientes anotaciones fueron las que acabaron con la ilusión. Y es que al 3-0, muchos aficionados prefirieron no esperar el triste final y decidieron retirarse.
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