Saltillo, Coahuila.- La industria textil se encuentra en vía de extinción en Coahuila. Ese es el autodiagnóstico de los productores de telas y prendas de vestir, un gremio con una larga historia en Coahuila.
Adolfo Perales Huerta, directivo de Fábrica La Estrella, productora de mezclilla con más de 100 años de historia en Parras, indicó que pese a su importancia social, cultural e histórica, la industria textil local pierde terreno por distintos factores.
“Hay empresas de gran arraigo, de gran productividad, sin embargo en situaciones complicadas”, expuso, “vemos la situación actual de la industria y hay una frase fría que no me gusta mencionar, pero que revela la realidad: la industria textil es una actividad en vías de extinción en nuestro estado”.
Señaló que luego de contar con empresas con mucha historia, como Hilandera La Fe y Fábrica La Constancia, en Torreón; Fábricas El Cármen, en Saltillo, y Fábrica La Estrella en Parras, en la actualidad sólo esta última continúa en operación.
De hecho, Fábricas El Cármen suspendió sus operaciones en agosto de 2010 luego de permanecer activa durante 85 años.
Datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) revelan la pérdida de puestos de trabajo de la industria textil en Coahuila.
El documento “La Industria Textil y del Vestido en México 2010” refiere que en 2004 este sector empleaba a 41 mil 893 personas en Coahuila cuando en 2000 eran 49 mil 585, es decir una caída del 15.5 por ciento.
Después de participar durante meses en una mesa de trabajo sobre la industria textil para conformar el Plan Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación de Coahuila para el periodo 2011-2025, Perales Huerta englobó en cinco los principales factores críticos para el sector: eficiencia energética, medio ambiente, competitividad, materias primas y tecnología.
Respecto a la energía, explicó que el costo actual de electricidad y gas golpean a las empresas del ramo y aunque hay alternativas para reducirlos la misma normatividad oficial hace imposible su aplicación.
Citó como ejemplo el caso de la empresa que representa, Fábrica La Estrella, que trabaja mediante un modelo de cogeneración de electricidad, pero sólo hasta un límite.
“No podemos producir más allá un tope establecido”, indicó, “es incongruente, queremos producir, queremos ser productivos.
“Entonces vamos viendo esas limitantes que tenemos para poder aprovechar la energía eólica o la solar, o en el caso de Fábrica La Estrella que tiene la posibilidad de generar energía eléctrica a partir de la energía cinética del agua. Es una pena que estemos en estos años con esas ideologías de poder progresar, pero que estemos aún limitados”.
En cuanto al medio ambiente, el directivo de Fábrica La Estrella precisó que se presenta una situación crítica en cuanto al consumo de agua ya que la producción textil demanda grandes cantidades del líquido que debe darse de manera sustentable.
El tercer factor de riesgo al que se refirió Adolfo Perales Huerta es el de la competitividad, marcado por el comercio global y el mercado negro, tanto en el mercado doméstico como en el de exportación.
“En la parte de competitividad, grave problema también”, apuntó, “tenemos el comercio global justo, que debería ser injusto.
“Estamos compitiendo con la producción asiática y entonces nos damos cuenta que allá pueden trabajar menores de 14 años cuando la ley aquí no lo permite; no lo digo para que se entienda que pedimos que se permita, no es así, sino que debería haber mano fuerte en esos países que utilizan ese tipo de recursos para tener una igualdad”.
Destacó que en esas condiciones, la industria textil mexicana no está en condiciones de competir puesto que está en franca desventaja frente a productores de otros países que tienen políticas laborales más blandas y subsidios gubernamentales para ciertos procesos o insumos.
Al respecto se refirió al caso de Paquistán, en donde el valor de la tela no alcanza ni siquiera al que en México tiene la fibra de algodón todavía sin procesar.
“Otro punto negro es el mercado negro y vaya que nos cansamos en decir en todos los foros que cada vez estamos más inundados de telas que entran al país sin que sepamos cómo ni por medio de quién y, de alguna manera, nos comen el mercado nacional”, agregó como otro elemento de la competitividad del sector.
Dentro del cuarto factor crítico, el de las materias primas, Perales Huerta explicó que el precio de las fibras, principalmente el algodón, se duplicó en el presente año como consecuencia de la afectación que distintas inundaciones en naciones de Asía.
Como quinto factor se refirió a la tecnología ya que en ese sentido la industria textil mexicana y por extensión la coahuilense sigue dependiendo de maquinaria importada, lo que eleva los costos, puesto a nivel doméstico no se ha desarrollado equipo.
Como parte del Plan Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación de Coahuila para la industria textil se contempla la necesidad de acciones que permitan desarrollar productos, procesos y bienes que aumenten la competitividad del sector así como el formar recursos humanos especializados para la implementación de proyectos de desarrollo tecnológico y el desarrollo de políticas y normas que fomenten el fortalecimiento de esa actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario