El endeudamiento de personas y familias en México ha tenido un incremento progresivo en los últimos años. Uno de los principales factores de este fenómeno es la proliferación en la oferta y el uso indiscriminado de tarjetas de crédito.
La cartera vencida, en el segmento de tarjetas de crédito, se ubicó en 17,000 millones de pesos, a febrero de 2010, de acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los tarjeta habientes necesitan tener claro que no se puede vivir eternamente de prestado y gastando más de lo que se gana. Las tasas de interés, en el mejor de los casos, van de 20% a 40%, lo cual en la mayoría de las veces se convierte en un barril sin fondo.
Según datos de una muestra aleatoria de tarjeta habientes del Buró de Crédito, en el último reporte del Sistema Financiero elaborado por Banco de México (Banxico), que se dio a conocer en julio del año pasado, en diciembre de 2005, cerca de 50% de los acreditados con tarjeta de crédito tenían plásticos otorgados por dos o más bancos, para junio de 2008 este número aumentó a 64%.
Esta diferencia se hace más importante si se toma en cuenta que en diciembre de 2005 había 7.5 millones de tarjeta habientes, mientras que para junio de 2008 Buró de Crédito tenía registrados 12.2 millones.
Dejar de pagar tiene un costo que en general depende del esquema bajo el cual se contrae un crédito. En tarjetas de crédito tenemos una variabilidad muy grande, hay tarjetas que pueden cobrar intereses superiores a 60-70% o aún más.
En general, endeudarse con tarjetas y dejar de pagar en el mejor de los casos representaría que en un año una familia pudiese ver aumentada su deuda en aproximadamente 40-50% y en casos extremos, hasta ver duplicados sus adeudos, advierte José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
De hecho, el que una familia caiga en mora y deje de pagar total o parcialmente, con el paso del tiempo puede acabar comprometiendo su patrimonio, y hasta perder alguna propiedad, caer en el Buró de Crédito, cosa que prácticamente lo saca del sistema financiero sin posibilidad de poder contraer otro tipo de crédito, y en el peor de los casos, puede comprometer seriamente la estabilidad familiar al perder una parte de su patrimonio.
El experto recomienda:
1.- Lo primero que se debe hacer es analizar las tasas que cobra cada tarjeta. Existen diferenciales muy grandes y antes de adquirir una tarjeta, se debe tener muy claro cuáles son las tasas, comisiones, y cuotas anuales que cobran los bancos, porque desde ahí podemos acotar los riesgos.
2.- Las deudas nunca deben superiores a dos meses de los ingresos que tiene la gente. Es decir, los créditos contraídos por tarjeta no deben de comprometer más allá del 25% o 30% del patrimonio familiar en un caso extremo.
3.- Es evidente que se tienen que realizar pagos superiores al mínimo porque si nada más se paga el mínimo, en realidad se pagan solamente los intereses y la deuda permanece. Entonces, sí es importante que las familias contemplen estos pagos que tienen que realizar para controlar su crédito", dice el investigador.
4.- Es muy importante que el producto que se compre a crédito realmente sea necesario y sustentable en el marco del ingreso familiar. El gasto va en función de los ingresos, y la proporción debe conservarse.
5.- La gente que tiene mayores ingresos en general también tiene gastos más grandes, pero debe mantener sus gastos ajustados a una proporción de aproximadamente entre 2 o 3 meses de salarios.
"Si se ha caído en alguna eventualidad, debe acercarse a la institución crediticia para renegociar tasas y términos de pagos para que los intereses no terminen siendo una cantidad más grande que el propio crédito inicial", dijo De la Cruz.
Datos de la dirección de Estudios de Mercado de la
Esto ocurre porque sus deudas se ha cen tan grandes que se vuelven imposibles de amortizar. El monto original se multiplica con la fórmula del interés compuesto; es decir, acumula los intereses al capital y le cobran réditos sobre intereses. Además, se agregan los intereses moratorios, los gastos de cobranza, los honorarios de abogados y los costos judiciales.
Y eso ¿cuánto es?
Los intereses moratorios varían, dependiendo de la naturaleza de su crédito. Por ejemplo, si se atrasa en la colegiatura de su hijo, digamos en el Tec de Monterrey, los intereses moratorios son de 3% mensual.
En las tarjetas de crédito bancarias, adicional al interés normal, que de acuerdo con cifras del Banxico al cierre de 2009, en promedio era de 32.3%, debe pagar un interés moratorio de 1.5 a 3 veces el interés ordinario (de 48.45% a 96.90%), más una cuota por gastos de cobranza.
En un crédito hipotecario, por ejemplo con MiCasita, el interés moratorio es de 10%, más una cuota de 15 dólares por gastos de cobranza.
Quien contrata un paquete de Sky, por el que se compromete a pagar menos de 200 pesos al mes, y deja de pagar dos meses seguidos, la primera llamada que recibe es del despacho jurídico que le exige un pago mínimo de 1,527 pesos.
De no hacerlo, se hace efectivo el pagaré firmado en el momento de contratar el servicio, por 6,000 pesos.
En síntesis, un adeudo de 500 pesos, se multiplica por tres. Además que esa empresa también reporta a sus clientes morosos en el buró de crédito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario