NUEVA YORK — Los abogados de Chrysler LLC dijeron que la empresa presentará para el sábado una moción para vender substancialmente todos sus bienes a la automotriz italiana Fiat SpA, pero eso no incluirá ocho plantas, incluyendo cinco que la fabricante estadounidense reveló cerrará para fines del próximo año.
En tanto, la empresa informó que su presidente Tom LaSorda dejará su cargo de inmediato. LaSorda , quien ocupaba además la vicepresidencia del consejo de administración, dijo el jueves, cuando Chrysler se acogió a la ley de bancarrotas, que planeaba retirarse, pero no dio una fecha.
La empresa no mencionó quién será el sucesor.
LaSorda se unió a Chrysler en el 2000 y fue el principal jefe de producción de la compañía. Antes de llegar a Chrysler trabajó en General Motors Corp.
Mientras Chrysler comparecía en el viernes en su primera audiencia de bancarrota en una corte de Manhattan, documentos judiciales revelaron que la renqueante compañía planea cerrar cinco plantas más en Michigan, Misurí, Ohio y Wisconsin, donde trabajan cerca de 4,800 personas. Chrysler dijo que estos trabajadores recibirán ofertas de empleos en otras plantas.
Dos de las otras plantas que no serán parte de la empresa modernizada fueron cerradas el año pasado, y la tercera ya estaba programada para reemplazarse por una nueva fábrica.
Las ocho plantas quedarían fuera del trato con Fiat, que compraría los bienes más valiosos de Chrysler en la bancarrota. En vez de eso, la "nueva Chrysler" rentaría las plantas y luego las cerraría para diciembre del 2010.
"Mientras algunas fábricas podrían cerrar, se ofrecerá empleo con la nueva empresa esencialmente a todos los trabajadores de Chrysler", dijo la portavoz de la manufacturadora estadounidense, Dianna Gutiérrez.
Una serie de mociones aprobadas el viernes en una audiencia breve y rápida desató una cadena de acontecimientos con la meta de asegurar que el proceso de bancarrota sea rápido y "quirúrgico", tal como Chrysler y el gobierno federal lo han prometido.
Se programó otra audiencia judicial sobre bancarrota para el lunes en Manhattan. Se prevé que Chrysler pida al juez Arthur González que le permita utilizar una nueva infusión de capital de 4,500 millones de dólares en créditos del Departamento del Tesoro para seguir funcionando bajo la bancarrota.
La abogada de Chrysler, Corinne Ball, del bufete de Jones Day, dijo que los 4,500 millones de dólares en créditos y la venta a Fiat representa "un importante salvavidas" para los concesionarios, proveedores y clientes de Chrysler.
"Debemos avanzar con celeridad en este proceso", dijo la letrada al juez.
El magistrado no perdió un momento tras entrar a la sala, inició ágilmente diciendo: "Por favor siéntense. ¿(Diga usted), abogado de los deudores?"
Después que un abogado que representa a los distribuidores de Chrysler describió su papel en la viabilidad de la empresa, González le interrumpió en dos ocasiones y luego dijo: "Creo que ha expresado claramente su punto".
Al finalizar la audiencia, el juez había tomado decisiones sobre seis mociones en alrededor de una hora.
Ball destacó que las gestiones de reestructuración son apoyadas por los concesionarios, abastecedores y la mayoría de sus acreedores.
Chrysler, la tercera empresa automotriz del país, se declaró en bancarrota la víspera después que un grupo de acreedores no se plegó a las presiones gubernamentales y rechazó su sugerencia de que condonaran las deudas de la firma. La empresa piensa resurgir en 30 días como una entidad más chica que, a la postre, tendría como accionista mayoritaria a Fiat.
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