Se dice que la relación entre las mujeres y el dinero es fugaz pues en cuanto lo tenemos, lo gastamos.
Se nos tacha de frívolas, gastadoras y poco planeadoras. Sin embargo, casi en todos los casos somos responsables de la administración del dinero dentro y fuera del hogar.
La sociedad nos exige evolucionar de un rol único y pasivo hacia el manejo simultáneo de dos o más roles, entre ellos, el de profesionista, ama de casa, esposa, madre, amiga, etcétera. Tal vez sea éste el momento de evaluar lo que se dice de nosotras y preguntarnos: ¿Y yo, cómo me relaciono con el dinero? Haz esta prueba. Completa las siguientes frases:
1. “El dinero….
a) es mi amigo. Nada se logra sin él”.
b) es un aliado, si está de mi parte me da poder, si está en mi contra me pone en situación de desventaja”.
c) es un medio que me ayuda a lograr y/o conseguir mis objetivos”.
2. “Hablar de dinero con mi pareja/familia/jefe…
a) es de mal gusto. Ocasiona conflictos que prefiero evitar”.
b) me hace sentir incómoda. Solamente hablo de él lo indispensable”.
c) es un tema dentro de un canal de comunicación abierto”.
3. “Decidir cómo gastar el dinero en casa…
a) es responsabilidad de quien aporta la mayor cantidad (y no soy yo, aunque administro el gasto diario). Los viajes, inversiones y otros rubros los debe decidir el proveedor”.
b) es mi responsabilidad. Yo lo administro y sé en qué se gasta y por qué”.
c) es responsabilidad compartida con mi pareja, independientemente de cuál de los dos sea el proveedor”.
4. “El dinero para mi vejez…
a) no es un tema en el que haya pensado todavía”.
b) no me preocupa mucho. Supongo que contaré con algún ahorro / Mi pareja proveerá para ambos”.
c) es un tema solucionado”.
5. “Mi educación financiera…
a) está por los suelos, los números no se me dan”.
b) podría mejorar. Me gustaría saber más para tomar mejores decisiones”.
c) está bien. Conozco lo necesario y siempre hay algo más por aprender”.
RESPUESTAS
Mayoría de a, Relación tormentosa:
Has establecido una relación complicada con don Dinero. Disfrutas de su compañía pero no quieres conocerlo más. Quisieras controlarlo pero dejas que los demás tomen las decisiones por ti. Hacer a un lado la carga emocional que suele acompañar al dinero y cambiarla por una visión objetiva de lo que el dinero puede y no puede hacer, te ayudará a establecer un nuevo conjunto de prioridades para una vida más balanceada. Deja a un lado el temor a los números y convierte el dinero en un medio para lograr tus metas. Establecer un control de gastos para detectar las fugas de dinero de tu cartera y armar tu primer presupuesto serán tus armas para establecer tu nueva y fructífera relación con el dinero.
Mayoría de b, Relación apasionada:
Reconoces la necesidad de tener mayor control sobre el dinero y la forma en que te relacionas con éste, pero aún no te decides a realizar este cambio. Establecer metas personales en las que el dinero es uno de los medios para alcanzarlas no sólo te proporcionará el control que deseas, sino que puede convertirse en un reto de auto-percepción y crecimiento personal. Decide tomar el control del dinero. Éste es el momento de definir tu meta y comenzar a tomar las acciones que te llevarán a ella. Puede ser armar un fondo para la educación de tus hijos, un retiro sin sobresaltos, una vida libre de deudas o esas vacaciones con las que has soñado por años. Investigar sobre las diferentes opciones disponibles en el mercado para cumplir tus metas se convertirá en el primero de los muchos pasos que darás para consolidar tu educación financiera.
Recuerda que aprendiendo a expresar tus deseos y preocupaciones con respecto al dinero lograrás establecer una más sana y confortable relación con éste, la comunicación es la clave para el éxito de toda relación ¿no lo crees?
Mayoría de c, Amor consumado:
¡Felicidades! Eres consciente de que el dinero es un objeto libre de cargas emocionales, un medio que te ayudará a lograr tus metas. Hablar de dinero no es un tema tabú para ti, puedes abordarlo de manera abierta y ser asertiva al expresar requerimientos y preocupaciones. Si te encuentras en una relación de pareja, reconoces la importancia de tomar decisiones de común acuerdo, independientemente de la cantidad que cada uno aporte al hogar. Te preocupas por tu educación financiera y te basas en ella para tomar mejores decisiones. Seguramente tienes metas definidas y estás dando los pasos para lograrlas. Sólo resta invertir en ti misma dándote la oportunidad de conocer más acerca del nada temible mundo de las finanzas. Investiga acerca de lecturas, cursos o seminarios que te ayuden a conocer instrumentos de inversión, comparte tus conocimientos e inquietudes y seguramente recibirás valiosa información que puedes aplicar para lograr tus metas más rápido o en mayor proporción.
*La autora es coach en finanzas personales.
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