jueves, 25 de junio de 2009

Economía mexicana depende de elecciones

Reuters
Las elecciones legislativas de México en julio serán clave para los planes del Gobierno de lograr reformas que permitan impulsar una economía que atraviesa su recesión más profunda en casi 15 años.


Pero todo dependerá de la composición del Congreso. Los sondeos de opinión muestran que el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtendría una mayoría de las 500 bancas de diputados en los comicios del 5 de julio.


Y el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) perdería decenas de diputados, lo que dejaría a los planes de reforma en un camino cuesta arriba para el presidente Felipe Calderón.


México busca impulsar varias reformas estructurales como una nueva ley energética más profunda o una ley laboral, pero la más necesaria de todas es un plan fiscal para subir la magra recaudación tributaria y reducir la dependencia que tienen las arcas del Estado de las exportaciones petroleras.


Las principales agencias calificadoras han amenazado con recortar la nota soberana de México si no logra hacer cambios profundos en su esquema fiscal.


"El problema es cuan mal va a quedar el PAN; pero claro que también tendríamos que ver cuál es el ala del PRI que queda mejor posicionada", dijo Pedro Tuesta, economista para mercados emergentes de la firma 4Cast en Washington.


Mucho depende del grado de apertura y disposición que tenga el PRI para discutir las reformas y si los diputados del partido opositor que llegarán al Congreso serán de la corriente más conciliadora o del ala dura.


Balance legislativo


El corazón del problema es la recaudación tributaria mexicana, que representa un 10% del Producto Interno Bruto (PIB), una de las más bajas de América Latina y de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).


Fitch dijo el miércoles en un reporte que el débil panorama económico de México y las crecientes presiones fiscales están pesando sobre su solvencia soberana, mientras la economía sigue hundida en una recesión que para muchos aún no toca fondo.


La OCDE dijo que esperaba una caída en el PIB mexicano de hasta un 8.0% este año por el desplome de las exportaciones que envía en gran parte a Estados Unidos y por la desaceleración del consumo.


El Gobierno, que ha dicho tímidamente que podría anunciar algunas reformas en la segunda mitad del año, calcula una contracción del 5.5% para el 2009.


"Lo que nos queda por ver es si el balance político después de las elecciones será amistoso con las reformas o no", dijo Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs en Nueva York.


El PRI en el pasado ha apoyado al Gobierno de Calderón para impulsar en el Congreso reformas como la del sistema de pensiones, la energética y una fiscal más superficial.


Pero ahora la incógnita es si el partido opositor tomará o no un rol más intransigente en los próximos tres años de cara a las elecciones presidenciales del 2012.


Shelly Shetty, analista en jefe para México de Fitch, dijo que un PRI fortalecido podría no ser tan "fatal" para las aspiraciones de reformas.


"Depende más bien de la velocidad y la eficiencia de que el Gobierno aproveche la ventana de oportunidad para realizar progresos después de la elección", dijo Shetty.

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